Desde un tiempo a esta parte, he reducido muchísimo la cantidad de proteína animal que tomamos en casa. No ya sólo por cuestiones éticas, sino porque es importante para nuestra salud.
Al principio, por allá en el mes de junio del 204 que fue cuando tomé esta decisión, utilizaba sustitutivos industriales. Pero me he dado cuenta de que era igual de poco sano que tomar un filete hormonado y medicado. La gran mayoría de los productos procesados, se elaboran a partir de soja transgénica, con lo cual, tampoco son una alternativa sana.
La verdad, es que para alguien como yo, que nunca había estado en contacto con este "dilema" supuso un gran esfuerzo adentrarme en el mundo vegetariano/vegano. Ser vegetariano es mucho más complejo que dejar de tomar carne o pescado...
Cuando una persona decide hacerse vegana, debe replantearse su sistema alimenticio para comer de una manera consciente y evitar carencias de elementos nutricionales esenciales que si tomas alimentos de origen animal, ya quedan suplidas sobradamente.
Tampoco es lo mismo ser vegetariano que ser vegano. Las personas veganas no toman ningún tipo de alimento de origen vegetal: ni carne, ni pescado, ni huevos, ni miel, ni leche, ni derivados lácteos como el yogur, la nata o la mantequilla... Y por tanto, dejas de comer muchos productos industrializados porque contienen este tipo de alimentos en su composición.
Yo no soy más que una novata en la materia, porque como os digo, mi forma de comer ha cambiado desde hace solamente unos meses y no soy 100% estricta con ello. Si bien, debo reconocer, que mi conocimiento sobre los alimentos y la variedad de recetas nuevas que he descubierto, han sido notables.
Entre ellas, esta que hoy os traigo, el seitán. El seitán, es un preparado que se utiliza como sustitutivo de la carne animal y que se asemeja mucho a ella tanto en su textura, como en su consistencia. Además, tiene un alto valor proteico y su porcentaje de grasa es muy bajito, lo cual lo convierte en una proteina muy limpia.
Se puede preparar de infinidad de maneras, como por ejemplo a la plancha, frito, rebozado, estofado, empanado, como base de croquetas, albóndigas, hamburguesas...
Os dejo con la receta, aunque absteneros de hacerla si sois celiacos o tenéis algún tipo de intolerancia al gluten.
INGREDIENTES
250 gr de gluten de trigo ecológico
1 cebolla grande
2 dientes de ajo
30 g de aceite de oliva virgen extra
1.400 g de agua
3 cucharadas de salsa de soja ecológica
2 cucharaditas de concentrado de caldo vegetal ecológico
Pimentón dulce ahumado
Laurel
Ponemos en el vaso del thermomix la cebolla pelada y cortada a cuartos junto con los dos ajos pelados y enteros. Programamos tiempo 4 segundos a velocidad 5.
Añadimos el aceite y programamos 10 minutos de tiempo a temperatura varoma y velocidad 1.
Vamos a agregar parte del agua de la receta, pero no toda. Así que damos al botón de la balanza y pesamos 360 gramos de agua y reservamos el resto.
Incorporamos el polvo de caldo vegetal, el pimentón dulce y la salsa de soja. Vamos a triturar para que quede textura finita, para ello programaremos 10 segundo a velocidad 7.
Una vez trituradas las verduras y las especias programamos tiempo 6 minutos con temperatura 60º y velocidad 1.
Añadimos el gluten y mezclamos durante 20 segundos a velocidad 5.
Esta masa que será consistente pero blanda, la vamos a poner en el cestillo y la vamos a reservar.
Pondremos en el vaso el agua restante y una hoja de laurel. Colocaremos el cestillo y programaremos tiempo 50 minutos a temperatura varoma y velocidad 1.
Acabado el tiempo, sacaremos el cestillo y lo dejaremos escurrir mientras se enfría el seitán, Luego, conservaremos en la nevera.
Debemos gastarlo en un plazo máximo de 3-4 días, pero podemos perfectamente filetear y congelar. Así, podemos conservarlo hasta 6 meses.